Un carácter físico e importante de lo que compone un texto es la escritura, aquella de la cual posee factores psicológicos y sociológicos realizando un cambio a través del discurso en el cual no llegaría a estar describiendo y comentando precisamente lo que se quiere decir utilizando la escritura, aunque si podemos preguntarnos cuando el discurso puede llegar a ser un texto y es exactamente cuando inscribe directamente lo que tiene planeado decir y también añadiendo la relación directa entre el enunciado de lo que se está gesticulando por medio del discurso y en lo que consiste la escritura, ya que esta última reclama el concepto de la interpretación a partir del uso de la hermenéutica, teniendo lugar entre la locución del enunciado y el hablante, y por supuesto la relación de leer-escribir para hablar-responder entre las respuestas dadas por medio del diálogo.
El texto también es aplicable dentro del diálogo porque se demuestra por medio de un doble ocultamiento entre el lector y escritor y haciendo del diálogo una forma no tanto manifestante cuando se trata con respecto al autor y hablante dentro de la conversación así como desarrollar más interés interno en la temática que se está hablando para así adentrarse más afondo lo que el tema busca decir por medio del discurso y de como la escritura otorga mayor facilidad al momento de realizar una intención al momento de hablar para así poder transcribir en mejor forma la simbología de un texto escrito para mantener un mejor concepto al momento de hablar, pero por medio de todo lo que se está hablando, ¿Qué sucede con el enunciado mismo cuando se llega a inscribir directamente en vez de ser pronunciado?, sucede que el escrito gesticulado conserva su figura de discurso y se transfiere en un espacio cerrado y compacto para la memoria individual y colectiva propia, alineando la traducción analítica y discursiva entre los diferentes rasgos sucesivos y discretos dentro del lenguaje para así aumentar a más a fondo su eficacia con el discurso, se puede percibir en parte como la oralidad de un discurso puede también perturbar internamente las relaciones del lenguaje y el mundo dado a como el lenguaje y sus subjetividades implican la dirección entre el autor y el lector y dirigiéndose a como el diálogo se dirige más afondo y más allá de la relación referente dentro del lenguaje al momento que se tiene que hablar, de la cual su función va en como al momento de dirigirse a un hablante, el sujeto dentro del discurso habla acerca de algo y aquello a lo que se quiere hablar que resulte referente en el discurso para que así esté presente en la oración primera del discurso cuyo objetivo consiste en fomentar algo verdadero o real, a menos de que sea declarativo y se vincule en cualquier medida con su tema relatado.
Pero algo ocurre que hace que la oración tome lugar y haga de esta una posición importante para tomar presencia mutua en las conversaciones que se realizan entre los sujetos, cuyo objetivo consiste en remitir la realidad que se conversa y que se demuestra en torno a los sujetos que están conversando, aunque en otra distinción el lenguaje se equipa para utilizar un buen manejo del anclaje y los diferentes indicadores que funcionan para circular a fondo la realidad que envuelve directamente el discurso de la cual sería ideal que lo que se plantea en decir haga referencia a la realidad y lo mucho que se esté hablando, lo cual deja al sentido muerto en su propia referencia y demostración a las personas.
Más adelante continuaremos fijamente frente a lo que es un texto.